La gran mayoría de los imigrantes llegados a Argentina a fines del siglo XIX y principios del XX , eran europeos, y vinieron buscando mejores condiciones de vida y trabajo. En ese entonces Europa pasaba un mal momento: la Segunda Revolución Industrial, y un gran crecimiento demográfico produjo desempleo y hambre.
Argentina tenía una política de poblamiento del país y recibía abiertamente a los inmirgantes europeos.
La inmigración no fue sólo en nuestro país sino también en otros países de América, pero en aquí tuvo un mayor impacto porque había muy poca población. Según el Censo Nacional de Población de 1869 el 12% de la población era extranjera; para 1895, un 25%; y para 1914, un 30%.
Los inmigrantes se clasificaban en: pobladores, llamados, artifices, jornaleros y preofesional, colonos, medieros, y braceros.
Si bien vinieron de varias partes de Europa en su mayoría eran Italianos y Españoles.
Los inmigrantes recién llegados se instalaban en el Hotel de Inmigrantes donde permanecían por cinco días en los que debían conseguirse casa y trabajo. Las viviendas más comunes fueron los conventillos que no eran estructuralmente iguales.
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